Tengo el cuero cabelludo muy graso y las puntas muy secas. El pelo me dura limpio un día y medio o dos, es decir, me lo lavo un día sí y otro no. Lo tengo muy fino y se me enreda con facilidad y las puntas se quedan secas, sin vida y recuerdan a la paja tras la cosecha.
Mi meta siempre ha sido conseguir que el pelo me aguantara limpio un poco más. En verano no me importa lavarlo a menudo, pero en invierno agradezco espaciar los lavados para evitar agredir el cuero cabelludo y no utilizar tanto el secador. Indagando por iherb, encontré los champús sólidos de la marca J. R. Liggeetts y me lanzé con el de jojoba para ver si me equilibraba el cuero cabelludo, pero en realidad el pelo me duraba limpio lo mismo que con otros champús y, además, cuando utlizaba algún aceite como macarilla prelavado no me limpiaba bien el pelo.
Me decidí entonces por el de aceite de árbol de té y fue todo un descubrimiento. Con ambos champús el cabello se desenreda con facilidad al salir de la ducha. El peine se desliza con suavidad y no es necesario dar tirones.La marca dice que no es necesario utilizar acondicionador tras el uso de estos champús. Sí que es cierto que el pelo se desenreda fácilmente y el cabello queda suave, pero a mi me gusta utlizar un poco de acondicionador o mascarilla en la zona de las puntas.
El producto es bastante rudimentario: se trata de una pastilla de color amarillo claro que recuerda al jabón de lagarto de siempre. Viene envuelto en un envase de papel donde se pueden leer los ingredientes del producto y la filosofía de la empresa. No huele prácticamente a nada. Huele a jabón, a limpio, pero no se notan ni el aceite de árbol de té ni ningún otro tipo de olor. Trae 99 gramos de producto y dura unos 3 meses lavando el pelo de 2 a 3 veces por semana. La verdad es que cunde mucho y, personalmente, lo que más me gusta de los champús en formato pastilla es que apenas se desperdicia producto.
¿Cómo lo utilizo?
Con el cabello mojado previamente, froto la pastilla por toda la cabeza hasta que consigo una ligera espuma y masajeo suavemente todo el cuero cabelludo y el pelo en general. Para ser champús sin sulfatos hacen bastante espuma. Luego, lo dejo actuar mientras me enjabono el cuerpo y aclaro con abundante agua.
El cabello no queda con tanto brillo como con el champú de biotina de Avalon Organics, pero a mi me aguanta mucho más tiempo limpio y por eso me gusta más.
Gasté una pastilla y ya tengo otra en el armario para cuando acabe el verano. Y a vosotras, ¿os gusta utlizar champús sólidos? ¿Sabíais que ayudan al medio ambiente porque no requieren grandes envases de plástico?
Por último, os comento que lo podéis encontrar aquí por 4,55 $, unos 3,50 €.
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